GANADERÍA-CALENTAMIENTO GLOBAL
Los de los coches no son los únicos tubos de escape que amenazan el planeta: el 5,75% de los gases de efecto invernadero echados al aire en España en 2005 tuvo su origen en el ganado, en forma de estiércol o flatulencias. Eso por lo menos dice el inventario de gases de efecto invernadero publicado recientemente por el Ministerio del Medio Ambiente. Se trata de datos en línea con los europeos e inferiores a los de países en desarrollo, en los que la agricultura pesa más y la industria, menos. Nada mal las vaquitas, ¿verdad?
Pero eso no es todo. O, para ser más precisos, no es ni la mitad del problema. ¿Qué pasaría si se agruparan todas las emisiones que ocasiona la ganadería, incluyendo la deforestación que se produce para ofrecer pastos al ganado en muchas zonas del planeta, la producción de fertilizantes y piensos, el procesamiento de la carne, etcétera?
La respuesta es que se llegaría a sumar el 18% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Más de la mitad, por estiércol y fermentación entérica. Quien lo dice no es un grupo de activistas vegetarianos, sino la Organización Mundial para la Agricultura y Alimentación (FAO) en su estudio La larga sombra del ganado. Al leerlo, se desvanece enseguida la sensación de que el tema sea una graciosa e irrelevante curiosidad.
“La atención mediática está constantemente enfocada sobre coches, energía, industria… Eso está muy bien. Sin embargo, hay que tomar conciencia de que hay también otros sectores que contribuyen masivamente al calentamiento global”, observa en una entrevista telefónica desde Roma Henning Steinfeld, quien dirigió el equipo de científicos que firma el estudio. Y hay motivos para hacerle caso.
Puede despertar incredulidad que la ganadería cause más emisiones que el transporte (responsable del 14% de las emisiones globales y del 21% en Europa), tal y como afirman los autores del estudio. Pero hablando con ellos, y con otros expertos, las dudas se despejan.
Si se toman las emisiones directas de una vaca lechera europea y se comparan con las de un coche medio calculadas por el Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático, el resultado es sorprendente: esa vaca emite en un día lo mismo que ese coche en unos 50-60 kilómetros. En España hay unos 60 millones de cabezas de ganado. Entre ellas, 6,6 de bovinos.
¿Cómo puede el ganado hacer tanto daño con su digestión? Eso se debe a que los gases que emite -metano y óxido nitroso- son mucho más dañinos que el CO2. Cada gramo de óxido nitroso hace tanto daño como 296 de CO2. Basta poco para calentar mucho.
Esa sustancia, además, no sólo es emitida por el estiércol, sino también por los suelos agrícolas, que en parte se cultivan para crear alimento para el ganado. Añadiendo el peso de esa parte de suelo agrícola, la ganadería -sola- ya sobrepasa el 7% de las emisiones totales en España.
Jan Eric Petersen, experto de la Agencia Europea del Medioambiente, no se sorprende ante las cifras del estudio. “En Europa, la agricultura causa un 10% de las emisiones. La ganadería representa buena parte de esa cuota
. Si se añaden emisiones por deforestación, producción de fertilizantes, etcétera, el resultado crece. Si encima se considera que en nuestra economía la agricultura pesa mucho menos que en otras…”. El 18% no queda lejos.
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